miércoles, 15 de octubre de 2008

Blog Action Day 2008 - ¿Producción ProPobre?

Hoy, 15 de octubre, es el Blog Action Day, o Día de la Acción Blog 2008. El tema es la pobreza*y simplemente no podía quedar fuera de este movimiento mundial. No es que crea que tenga LA declaración sobre la pobreza pero creo que puedo compartir un poco de lo que otros, mucho más entendidos que yo, me han enseñado. Spill- over de conocimiento que le dicen.

Pobreza no es uno de esos temas modernos como sub-prime, bancos de inversión y rescates financieros. Pobreza es un tema de todos los tiempos, pero ello no la hace una cuestión menos preocupante. La población que vive en pobreza son personas que no cuentan con los medios suficientes para desarrollarse, los más pobres con las justas pueden sobrevivir. Las cifras de pobreza en el Perú (ampliamente discutidas) no presentan un panorama para nada halagüeño:

¿Cómo debe intervenir el Estado para lidiar con la pobreza? Es un tema que nos compete a todos ¿por qué? Pues por diversas razones, primero, el dinero que el Estado recauda de nuestros impuestos es el que usará para combatir la pobreza. La lucha contra la pobreza implica recursos, tiempo y esfuerzos que serán desviados de otros fines para ello; segundo, la pobreza es un tema que conmueve nuestra fibra sensible, para muchos nos es muy difícil vivir tranquilos sabiendo que hay mucha gente que no tiene ni lo mínimo para vivir, que con las justas puede alimentarse y ni qué hablar de educarse o hacerse atender si se enferma.

Entonces, ¿qué hace el Estado en el tema de la pobreza? Aquí es importante la diferenciación entre alivio y reducción de pobreza. Programas de alivio son programas que buscan paliar, disminuir, los efectos negativos que tiene la pobreza sobre la población; los ejemplos más claros son los programas de asistencia alimentaria como Vaso de Leche y Comedores Populares, también están los programas de transferencias monetarias como Juntos y cualquier campaña de donación de alimentos, ropa, etc.

Programas de reducción son los que buscan combatir las causas de la pobreza para que la gente salga de esa condición (no es hacerles que la pobreza sea más llevadera, sino que ya no sean pobres). Aquí se enmarcan los programas productivos (como el Pronamachs y Sierra Exportadora), así como los programas educativos y de capacitación (los de educación son un componente que se suponen de largo plazo para reducir la pobreza).

Sin restarle importancia al componente de alivio (que es importante sobre todo en el corto plazo como un remedio para que los individuos que se encuentran en situación de pobreza puedan desarrollarse de la mejor manera posible), no es difícil imaginarse que el componente de reducción debe ser el principal, de mejor diseño, implementación y monitoreo, pues es la forma de solucionar el problema de fondo y con éxito,en el mediano y largo plazo, no se requeriría tanto de alivio pues ya no habría qué aliviar.

Sin embargo, y para los desilusionados de la realidad no será difícil de adivinar, el componente de reducción es al que menos importancia se le da, el de peor diseño, limitada implementación y nulo monitoreo.

Hablemos del programa estrella de la actual gestión, Sierra Exportadora. Encadenando a los pequeños productores, contactándolos con los mercados externos donde podrán vender su producción a precios más favorables, generando incentivos a que los campesinos se asocien y produzcan y vendan y salgan de la pobreza. Linda idea, podría funcionar. Pero no está funcionando.

El programa funciona dando asesorías a los productores de ciertos productos seleccionados (con potencial de demanda y con un buen número de productores en la zona). Los productos están adaptados a cada zona donde trabaja el programa. Los asesores son, en general, personas que han trabajado en el lugar y conocen la dinámica de los productos y de la población. Punto a favor de Sierra. El problema está en que los pequeños productores, los realmente pobres, no son en general parte del programa. No pueden, pues no producen ni la cantidad ni la calidad que el mercado demanda. Los agricultores verdaderamente pobres aunque reciban la capacitación que les dan los asesores de Sierra no cuentan con el capital necesario para invertir en los insumos que necesitan (no solo una mayor cantidad, sino de mayor calidad). Y dado que a los buenos asesores técnicos de Sierra los evalúan por volumen vendido, cantidad exportada, dólares cobrados, les conviene concentrarse en los que sí tienen el capital suficiente, que si bien pueden no ser personas acomodadas, no son los menos pobres (hay que ser justos, sí han mejorado muchos productores que estaban en la línea de pobreza, pero de nuevo, la idea es que no son los verdaderamente pobres). Así se sigue dejando excluidos del proceso a los que se debería estar ayudando directamente. La mejora que reciben es indirecta pues ahora sus vecinos, con acceso al capital y que han mejorado su producción, podrán contratarlos o podrán pagar un precio algo mayor por sus productos. Pero este efecto es poco palpable y no se asegura que en verdad se esté saliendo de la pobreza ni garantiza unas mínimas condiciones de vida a todas aquellas familias.

A todo esto se suman los problemas que tiene Sierra para establecer contactos comerciales, asegurarse que los productores cumplan, que el precio que reciban sea justo, que las asociaciones de productores sean eficientes, etc., etc. Pero estos problemas, aunque graves, no son el centro de mi exposición, sino que estos programas de encadenamientos productivos no son, en mi opinión, el enfoque que sacará al Perú de la pobreza.

Si este no es el camino ¿Qué hacer? Sin duda la lucha contra la pobreza es compleja pues es multidimensional (la pobreza en sí misma es un fenómeno multidimensional), pero una alternativa podría ser que los indicadores de estos programas no sean cantidad de producto vendida y monto de ingresos percibidos. Lo que debería evaluarse es cómo estos programas que ayuden a mejorar la producción ayudan a las personas a mejorar su modo de vida. Dar medios de vida mejores, ver los niveles de nutrición de los niños y de los adultos debe ser lo más importante. A ello siguen la educación y salud de los pobladores. No tienen por qué exportar de frente, con pequeñas inversiones pueden ir mejorando su producción (prueba de ello es el programa Yachachiq que, por iniciativa de los propios campesinos se desarrolla hace 14 años en algunos pueblos de la Sierra y es lo que el programa “Sembrando” ha intentado replicar, pero política de Estado no es) y su vida.

Sin duda es más sencillo repartir alimentos que enseñar cómo aumentar la productividad de los cultivos o cómo producir lo que el mercado demanda. Para un gobierno lo primero es más costo efectivo, una gran campaña antes de elecciones y listo. Lo demás toma tiempo y los resultados no losgenerarán un beneficio antes de dejar el cargo ¿Para qué molestarse?

Pero si deseamos que cambien las cosas, tenemos que hacer que nuestros queridos representantes se molesten, se tomen la molestia y con el perdón de ustedes pero tienen que trabajar. ¡Para eso los hemos elegido! Es vital el papel de todos nosotros, los ciudadanos, parte de la opinión pública, de ser molestas abejas picándolos para que trabajen si es necesario, porque hacer algo, sí que es necesario.


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*La importancia del tema de este año se basa en las cifras de la pobreza a nivel mundial, que, a pesar de todos los avances tecnológicos y las mejoras productivas 1 de cada 5 personas vive en condiciones de extrema pobreza alrededor del mundo y las diferencias regionales son abrumadoras. Ver Las cifras y hechos de pobreza del PNUD